La Ley De Urgencia Y La “VISTA GORDA”.

abigeato

Senador Sebastián Da Silva: más desprolijo e irresponsable, difícil.

Capítulo I

Ley de Urgencia. La Coalición multicolor votó:

“……el que faenare clandestinamente cualquier animal cuya carne se destine al abasto, industrialización o comercio, será castigado con pena de 6 a 24 meses de prisión”

Capítulo II

Teniendo presente que carnear y llevar un cordero o un lechón, según el superior gobierno , es delito, nuestro Jefe de Policía, John Saravia, consultado por el “Palenque Rural” ,dijo :

“Nosotros lo que vamos a hacer es aplicar la norma….”

Capítulo III

Aparece en escena el actor Senador Sebastián Da Silva. “…es ridículo”, refiriéndose a algo propuesto y votado por todo su propio Partido y Gobierno…Y, comentando la “ridiculez” dijo que,

si algún pequeño productor es detenido por la policía, que lo llamen a él. Y aclaró que la idea era no aplicar la ley y hacer “la vista gorda”. Textual.

Si el lector tuviera suficiente paciencia, podría escuchar la nota hecha en Radio Zorrilla. ¡¡¡Como no dejó su número de celular, dijo que llamaran a la radio y que de ahí se comunicaran con el!!!  En el mundo del Senador, la comisaria pasaría a estar en la radio y él sería el Juez. Se pone, o pretende ponerse, por encima de la Policía y de la Justicia. Es de no creer. Un descaro total.

Epílogo

Se confirma que la Ley de Urgencia es una muy mala ley.

 Que “hacer la vista gorda” es un método valido para gobernar. Se vota algo “ridículo”, para hacer publicidad e intentar una coherencia con el “se terminó el recreo”, pero luego se deja todo como está. Aquello de que lo político está por encima de lo jurídico, a pesar del escandalete que armaron en su momento, a Da Silva (senador del riñón de Lacalle Pou) no le hace el más mínimo problema.

Desde que me conozco se carneó algún cerdo, algún cordero. Para consumo propio o venta en pequeña escala. Y si no es robado, nunca pasó nada ni debería pasar ahora. La Policía siempre se manejó con el sentido común y conoce a cada vecino

Habrá que derogar éste engendro de Ley de Urgencia y al Senador Sebastián Da Silva, si no existiera, habría que inventarlo. Al menos para tener un ejemplar de irresponsabilidad, de desprolijidad dirigiendo al País y a un firme propulsor de “la vista gorda”.

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