La problemática de la superpoblación de perros y los inconvenientes que estos ocasionan en la vía pública viene de larga data y hasta el momento no se ha encontrado soluciones.
Desde el primero de octubre a partir de una resolución de la Comisión Nacional Honoraria de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (COTRYBA) se implementó obligatoriedad de la colocación de un chip identificatorio en los perros. Mucho se ha venido diciendo y escribiendo al respecto, razón por la cual como médico veterinario, pero sobre todo como ciudadano quería brindar algunas consideraciones a través de este espacio que tan gentilmente me brinda Miguel, que muchas veces están ausentes en el debate.
La COTRYBA fue creada como organismo desconcentrado dependiente del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, integrada además por representantes del Ministerio de Salud Pública, Ministerio del Interior y Congreso de Intendentes, y desde su formación ha venido trabajando con el objetivo de dar soluciones a este conflicto de convivencia ciudadana.
Fue así que desde COTRYBA se elaboró y se impulsa el Plan Nacional de Gestión Canina. Entre sus objetivos se incluye la identificación de los perros y de quien sea su tenedor en el Registro Nacional de Animales de Compañía. La informatización permitirá una fiscalización eficiente, así como el impulso de la cultura de tenencia responsable.
El plan promoverá la implementación de medidas que tiendan a desestimular la reproducción de perros en ámbitos domésticos, lo que se abordará con planes educativos, control de comercialización y de reproducción (prohibición de reproducir perros, excepto reproductores inscriptos en el Registro de Prestadores de Servicios. También, se implementará la prohibición de comercializar perros, exceptuadas las empresas habilitadas y registradas), gestión de denuncias, plan de castraciones masivas en coordinación con las Intendencias y la Comisión de Zoonosis, y registro obligatorio. Además, se fomentarán las adopciones de animales sin tenedor responsable (actualmente en refugios o abandonados).
Dicho plan fue elaborado con participación del Consejo Consultivo, órgano asesor de la comisión, creado por ley. Dicho consejo es un espacio de intercambio integrado por la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay, las ONG Protectoras de Animales, las organizaciones de productores rurales: Asociación Rural, Federación Rural, Cooperativas Agrarias Federadas, Comisión Nacional de Fomento Rural y Secretariado Uruguayo de la Lana, la UDELAR, y ANEP – CODICEN. Los lineamientos de trabajo de la comisión poseen un amplio consenso social y técnico con estas instituciones.
La educación y sensibilización respecto a la temática será incorporada en la educación formal, en coordinación con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).
La fiscalización estará a cargo de COTRYBA, en coordinación con el Ministerio del Interior y las Intendencias.
En el mismo sentido, fue creado el Registro Nacional de Animales de Compañía, un software que alojará toda la información canina del Uruguay.
Un informe realizado por esta comisión a través de una encuesta indica que en 67 % de los hogares uruguayos se encuentra, al menos, un perro doméstico, todos los cuales suman 1,7 millones. También se concluye que 51 % de los consultados consideran que la situación de esos animales sueltos en vía pública es grave, 34 % muy grave, 12 % poco grave y 2 % nada grave. En tanto, demuestra que el mayor problema que ocasionan es accidentes de tránsito, seguido por agresividad y ataque, riesgo para el propio animal, suciedad de espacios públicos y transmisión de enfermedades a las personas.
Estudios realizados en varios países indican que el 80 % de los perros que se encuentran en la vía pública tienen dueño y solamente el 20 % son vagabundos. Además estos tienen una vida más corta debido a diferentes circunstancias como por ejemplo la falta de alimento y refugio, la ausencia de sanidad, entre otros.
Esto nos indica que la mayoría de la veces los problemas ocasionados en la vía pública son por perros que tienen dueño. Entonces, tal como lo plantea el plan nacional de gestión canina, hay que apuntar con mucho énfasis a la educación de los ciudadanos en tenencia responsable de animales. Esto es brindarles un espacio adecuado para los mismos, proveerlos de agua y comida suficiente, tener una sanidad adecuada, y sobre todo salir a la calle con correa y bozal.
En cuanto a los perros vagabundos entiendo que deben ser los gobiernos departamentales los encargados de capturarlos y llevarlos a algún sitio destinado a eso, tal como existen en algunos departamentos más avanzados en el tema.
En resumen, el Plan Nacional de Gestión Canina incluye educación, control de la comercialización y reproducción, gestión de denuncias, castraciones masivas y registro obligatorio. Es mucho más que simplemente la colocación del chip y el costo que esto implica, como se nos quiere hacer ver. Muchas veces la desinformación, nos induce a realizar análisis erróneos, nos lleva a perder la perspectiva real de las cosas, a ver el árbol y no el bosque. Por supuesto que como toda cosa nueva tiene sus inconvenientes y es perfectible, pero muchas veces las críticas son sin ningún tipo de fundamento.
Más allá de esto, entiendo que la clave está en la educación, en un cambio de mentalidad, no pedir que las instituciones resuelvan el problema, cuando en realidad gran parte de la solución está en nosotros, siendo tenedores responsables de nuestras mascotas.
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